Por Brian Wallis
Ok, cuando XFlint me ofreció ir a la función para los periodistas, yo ya sabÃa lo que venÃa: “Pero tienes que hacerme un review, a cambioâ€. La verdad no querÃa hacerlo, no porque me diera paja (que de hecho me daba), sino porque sabÃa que no podÃa hacer una reseña corta acerca del tema. Sólo hace dos dÃas un amigo no-ñoño me preguntó en messenger qué era Watchmen, y me llevó cerca de media hora explicárselo. A decir verdad, creo que terminó más confundido que antes. Y es que, cuando hablamos de WATCHMEN, la verdad, no tengo capacidad de sÃntesis. Y yo ya tengo poca capacidad de sÃntesis para empezar. Como podrán imaginar, le dije que sÃ, y sip, esto va para largo. Si alguno de ustedes tiene algo que hacer, les voy a dar la versión abreviada: La pelÃcula es un gran esfuerzo de un verdadero fanático. Quedaron muchas cosas afuera. Pero, nuevamente, Watchmen es un mamotreto engañosamente denso. Era obvio que eso pasarÃa. Algunas decisiones fueron acertadas, otras no tanto. En resumen: Snyder hizo una adaptación respetuosa, entretenida, a ratos brillante, pero sólo a ratos, que, a fin de cuentas, se queda corta.
Ok, eso era. Pueden cambiar de nota. De aquà para adelante, la cosa se extiende.
¿Siguen ah� Bueno… entren bajo su propio riesgo.
Entonces decÃa yo… ¿Asà que… me gusta Watchmen?
La respuesta corta es sÃ. La larga comienza en el año ’94… o ’95 (carajo, podrÃa ser el ’96, el año exacto se me escapa). Llevaba ya un tiempo metido en lo que yo llamo mi “fase Vértigoâ€: me estaba alejando lentamente de los superhéroes, para abrazar más nuevas, experimentales y sugestivas ficciones. HabÃa leÃdo acerca de Watchmen unas cuantas veces antes -y visto una que otra imagen grupal de los personajes-, en notas de contratapa de Zinco, a modo de comentario en uno de los correos de Perfil, en la Comiqueando, y quizás alguna otra revista cuyo nombre no recuerdo. Y todos parecÃan llegar a un consenso: Watchmen era buena… más que buena, de hecho. Recuerdo que alguien la llamó “Una de las mejores cosas que he leÃdo en mi vidaâ€. Por otro lado, tanto Zinco como Perfil publicaban material de DC Comics, asà que era natural que publicitaran el material de la casa, y Perfil en particular, en sus comentarios, estaba lejos de ser lo que se podrÃa llamar una fuente objetiva. A la Comiqueando, por otro lado, tendÃa a creerle más (por varios años fue mi equivalente a la internet en cuanto a información de comics se refiere). Como sea, el tÃtulo, el condenadamente ridÃculo traje abatmanado de Nite Owl, y sobre todo la máscara de Rorschach, se me quedaron en la memoria. Y cuando lo pillé ese dÃa, si mal no recuerdo, en la Crazy All Comics del Portal Lyon, estuve a punto de adquirirlo. Pero no lo hice, y en lugar de eso me llevé mis Batman habituales. Asà fue unas dos veces más, y con cada visita a la comiquerÃa, sentÃa como me llamaba. Me dije que si estaba todavÃa en las estanterÃas a la próxima, entonces me la llevarÃa, pase lo que pase. Y asà fue. El único pero, era que lo vendÃan en forma de números sueltos, y sólo se encontraban los 11 primeros… y como todo aquel que leyó esta historia lo sabe, Watchmen se compone de 12.
Realmente me devoré la historia, leà y releà al revés y al derecho sus páginas y sus complementos, traté de poner atención a la mirÃada de detalles que contiene, a los juegos de viñetas (para aquellos que no lo sepan, existe un número que es completamente simétrico. Gira en torno a Rorschach, y se llama, apropiadamente, “Fearful Simmetryâ€), a los textos, subtextos, metatextos que se esconden inocentemente en esta pomposamente llamada “deconstrucción de los superhéroesâ€. Mierda, no sólo era una historia fantástica y fantásticamente bien construida: si hubo un comic que supo sacarle provecho a su formato era éste. “Una de las mejores cosas que he leÃdo en mi vidaâ€, como dijo ese alguien, indudablemente. Watchmen no me hizo querer escribir, pero sà me hizo querer escribir mejor. No sé si es la obra de ficción que más ha influido en mi vida, pero ciertamente representa un punto de inflexión en ella. Y todo sin haber leÃdo el puto último número (que, más encima, contiene uno de los mejores cliffhangers en la historia del noveno arte). En ese tiempo no habÃa torrents. TenÃas que esperar a que llegase a tu tienda habitual o, si tenÃas mucha suerte, buscar entre tus amistades ñoñas, a ver si alguna la tenÃa.  Yo no tuve esa suerte. De hecho tuve que esperar un par de años, y pillar un recopilatorio en inglés para saber como terminaba. Y wow, como terminaba. A veces me pasa que cuando leo un libro denso -si bien entretenido-, la acción de leer se convierte en una guerra a dos bandos: el mÃo, armado con la voluntad de no cerrar los ojos producto del sueño; y el del libro, con un ejército de palabras, hojas faltantes, y números ascendentes al pie de página. Cuando lo termino, siento que lo he vencido. Y lo pongo en un estante como recuerdo de mi victoria: Brian 1-Ficción 0. No fue asà con Watchmen, nunca me ha costado leerlo. Usualmente lo hago de un tirón (a decir verdad, me pasa con la mayorÃa de las historias de Moore, exceptuando Promethea… pero me parece que no soy su público objetivo).
Como pueden deducir entonces… SÃ, me gusta Watchmen. Y a pesar de los continuos presagios de Moore acerca de la inadaptabilidad de su propia obra (y en ciertos puntos tiene razón), y aunque para mà el formato que mejor se le ajusta es el serializado -Una serie de 45 minutos de 12 capÃtulos serÃa probablemente el único que podrÃa contener exitosamente la totalidad de la información manejada en cada número-, para qué estamos con cosas: Siempre quise verla en la pantalla grande, y de ser posible, con mi propia figurita de Rorschach en la mano. Además, e independiente de que ha tenido muy mala cueva en cuanto a adaptaciones se refiere, Moore va a putear igual. Putea porque hace calor o porque hace frÃo. Hace rato que quedó atrapado en su pose de viejo gruñón y puteador profesional. Y espero que en el tiempo que le lleva elegir un nuevo tema central para su siguiente puteo, al menos le eche una miradita al, hasta la fecha más ambicioso, trabajo de Zack Snyder. Porque dentro de todo el popeo que tiene (y lo tiene… a raudales): entre tanto revampeo de trajes –kudos por el de Silk Spectre en toda caso, ni una queja allÃ-, liftings a la ponchera de Dan Dreiberg, fracturas expuestas, y juegos de cámara (efectivamente, si hay un adjetivo que no podemos en esta versión de Watchmen, ése es “sutilâ€. Al menos no en relación a la fuente original)… entre tanta compresiones de algunas lÃneas argumentales, extracciones de cuajo de algunas otras y final cambiado (*Sólo para el que haya leÃdo el libro—Resto, abstenerse*: efectivamente ya no se trata del calamar gigante, pero me parece que este nuevo final funciona bien en el contexto de la adaptación), se esconde, como dije antes, un auténtico trabajo de amor. No sé si Snyder es un gran director, pero es uno bueno y –tan importante como esto- respetuoso de la fuente que está adaptando. Por lo mismo, 9 de 10 veces sabe qué dejar, y qué sacar. Pero una vez más, el formato cinematográfico no es el realmente adecuado para esta obra. Además ignoro si esta pelÃcula apelará a aquel espectador que jamás haya escuchado de Watchmen. A mÃ, al menos, no se me hizo larga. Sà me pareció que cuesta enganchar desde un principio, y que la secuencia inicial, si bien muy bonita, puede confundir más que aclarar (especialmente si no sabes que este es un mundo ucrónico), pero luego te absorbe de lleno.
En cuanto al casting, debo decir que a pesar de ser, prácticamente todos, bastante desconocidos, todos hacen una labor encomiable, tomando en serio su trabajo, tal y como pasó en las adaptaciones recientes de Batman y Iron Man. Aún asÃ, y esto va más allá de su trabajo como actor, me parece que Matthew Goode sencillamente está mal elegido como Adrian Veidt/Ozymandias, acaso el personaje más complejo de la saga (y uno de mis dos favoritos). No tiene la imponencia necesaria. No tiene la empatÃa necesaria (y aquà tienen que ver tanto el guión como la dirección, que lo deslavan bastante). Se nota que se siente incómodo en su rol, tratando de llenar unas botas doradas muuuy grandes. Cuando espeta su frase más conocida (no quiero spoilear nada, asà que no diré cuál es, pero aquellos que han leÃdo el libro saben de cuál se trata), no sentà como se me ponÃa la carne de gallina… de hecho, no sentà nada. Y eso es lamentable.
Por otro lado, cuando se pasea por la cámara mi otro personaje favorito, no hay escena que no se robe. Esto era previsible, porque misógino, racista, fascista, tapado en taras y todo, Rorschach es, sin duda, el personaje más popular -originalmente de los lectores de la saga-, pero estoy seguro va a convertirse en el de los espectadores también. Y Snyder lo sabe. Jackie Earl Haley -y el equipo de maquillaje- hacen un trabajo formidable: Realmente es ver a Rorschach… verlo hablar, verlo actuar, verlo moverse, verlo quebrar dedos. Prácticamente cada escena en donde aparece, está doblemente cuidada. Eso sÃ, su origen se encuentra mucho más abreviado, lo que lamentablemente le quita volumen, pero esto es algo que sucede con absolutamente todos los personajes.
Patrick Wilson, en el rol Nite Owl, lo más parecido a un héroe hecho y derecho que tiene Watchmen, hace un muy buen trabajo, especialmente considerando que: 1) Su traje se ve bastante más cool que el del cómic, y 2) Como decÃa antes, perdió su ponchera marca de fábrica. ¿Por qué los señalo como algo malo? Porque el personaje se supone que tiene que ser un tipo por el que -al menos al principio- tenemos que sentir lástima, porque se trata de un buen hombre acabado que dejó atrás sus mejores tiempos, al verse forzado a retirarse como justiciero. Hoy sólo tiene un sótano vacÃo lleno de trajes especiales, armas y vehÃculos, recordatorios constantes de una época en la que no vivÃa ni trémula, ni vergonzosamente. La verdad, es una mala opción el enchularlo, porque le quita fuerza a la progresión del personaje. A pesar de esto, Patrick Wilson logra salir del paso bastante bien, a pura fuerza de performance.
Las dos Silk Spectre, madre e hija, siempre me han parecido, por lejos, los personajes más flojos de la serie. Silk Spectre I, es en partes iguales un producto de su tiempo y centro de mesa, asà que igual entendÃa esta especie de sÃndrome-de-la-mujer-golpeada-crónica que parecÃa sufrir, pero siempre encontré que le faltaba algo de dignidad. Carla Gugino hace lo que puede con el rol quizás más anacrónico de esta historia, y de paso (y ya que es tan medular al personaje) no parece la “Lucy Ball sexy†que era en el comic, sino que una pin-up girl hecha derecha. La segunda Silk Spectre, que trataba subconscientemente de ubicarse en el otro lado del espectro (feminista, independiente, algo avergonzada de su pasado como heroÃna), terminaba siendo, paradójicamente, una mujer extremadamente definida únicamente por sus relaciones (y no sólo con los hombres, sino también con su madre). Aquà es casi el único punto en que la pelÃcula me parece superior a la novela. Malin Ackerman (a riesgo de sonar majadero: increÃble en su uniforme ajustado amarillo), y el guión, logran exitosamente convertirla en una mujer un poco más independiente, menos indefensa y bastante más activa. Extrañé un par de escenas claves, eso sÃ, especialmente con El Comediante, y me parece que en la escena en donde son sorprendidos, junto a Nite Owl, en un callejón por unos maleantes, se comporta innecesariamente homicida. Pero dentro de todo, me parece que su personaje es más redondo acá.
Y finalmente, el Comediante y el Dr. Manhattan, interpretados por Jeffrey Dean Morgan y Billy Crudup, respectivamente, también hacen un excelente trabajo. La pelÃcula, en su primer tercio, es notablemente similar a los dos primeros números del comic. Tanto, que termina gastando un buen trozo de tiempo en su desarrollo, en desmedro de la resto de la trama (es como si los guionistas se hubiesen cebado contando los dos números con lujo de detalle, y después recordaran que tienen 10 más que cubrir). Sin embargo, como los primeros dos números son los que están dedicados al Comediante, un personaje que básicamente vamos conociendo a través de flashbacks, estos trozos de información están casi enteros. Y en el relativamente poco tiempo que tiene, Morgan logra exitosamente ponerse en la piel del más cÃnico de los vigilantes de este mundo, y convence en los pocos momentos en que realmente está conmovido. Para el Dr. Manhattan, por su parte, los verdaderos reales actores son los efectos especiales (y para qué estamos con cosas… no podÃa ser de otra forma). Pero Crudup exitosamente logra esa aura de gradual desprendimiento de humanidad, su diálogo extremadamente lógico y voz monotónica, y su constante capacidad de asombro de cualquier cosa, menos de la naturaleza humana. “¿Qué prefiere usted, hormigas negras u hormigas rojas?†preguntaba Ozymandias a un periodista, buscando hacer una analogÃa. Este respondÃa, sorprendido, que le daba lo mismo. “Asà se siente Jon respecto a nosotrosâ€, decÃa él. Eso explica muy bien al personaje, y salvo uno que otro cropeo por ahÃ, se traspasa bastante bien.
Y creo que eso es, básicamente, todo lo que tengo que decir de esta adaptación (sin spolear al menos). Y mientras cierro esta nota, me viene a la mente un momento en el clÃmax de la historia: Una serie de viñetas en donde Ozymandias, el hombre más listo de la Tierra, con lágrimas en los ojos, extiende los brazos y gritando a todo pulmón: “¡Lo Hice!â€. Y es asà como deberÃa sentirse Snyder… casi exactamente igual, porque, para bien o para mal, estuvo dispuesto a tomar en sus propias manos una tarea realmente titánica: Filmar el cómic infilmable. Y asà como Ozymandias, se le va a venir luego, el real peso de esa carga… pero como decÃa Súper Pollo: “SabÃas que el trabajo era difÃcil cuando lo aceptasteâ€.
uuufff… lo lei todo…ta güeno….
Opino igual al 200%, un 10/10 la review.
Coincido casi en todo, en el error en la eleccion del interprete de Ozymandias, en el acierto en la composicion del caracter de Nite owl y Rorschach, en el 99% de lo que decis, pero me parece que el final de la pelicula, aunque tal vez queda mas lógico, pierde un poco el sentido de que lo que en el comic era “la broma mas grande de la historia”, justamente por tratar de hacerlo mas creible (supongo), me parece una muy buena pelicula, y como decis, estaria bueno poder saber q se siente verla sin haber leido el comic, pero ese detalle nomas me hizo irme con un gustito feo, siento que hubiera sido una adaptacion perfecta si no fuera por eso… Pero bueh…
Ah, una pregunta, que queres decir con lo de la ponchera de nite owl??? lei el comic, pero no me doy cuenta de q hablas…
Saludos…
La panza, viejo, me refiero a la panza de Nite Owl, que se pierde en la adaptación. “Ponchera” es un coloquialismo tÃpico de aquà de Chile, si a eso es a lo que te refieres.
Buen review. Coincido bastante con el columnista.
Igual tengo sus criticas a la pelìcula,
por ejemplo..veidt en el comic es distinto..uno lo toma como un personaje que se vendió simplemente y aprovecha su fama para ganar dinero, osea no llama mucho la atención, pero en la pelicula desde que aparece cae como pata en la guata
y no se, a pesar de que cambiaron cosillas de roscharch las hicieron más gore por asà decirlo, el efecto sorpresa de esas partes fue genial…
falto que nos encariñaran más con los personajes secundarios, la muerte de todos ellos al final no conmueve en la pelicula…no conocemos a nadie de los que murió(creo que ahà se nota que la pelicula es para fanáticos)
ahh y algo bien personal..Silk asi toda anciana podrÃa haber tenido su peinado de siempre…perdió toda la gracia con ese peinado comun y corriente, era una vieja rancia no más en la pelÃcula jeje
bueno si me acuerdo de algo más lo agrego, en general la pelÃcula me gusto arto, a paesar de las cosillas malas, la balanza se equilibra a la buena calidad…ahora espero ansiosa que salga el DVD de la versión extendida!
Saludos
y muy bueno el comentario de la pelicula