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THE X-FILES: I WANT TO BELIEVE es una nueva película basada en la fenomenalmente popular y premiada serie de televisión Los Expedientes Secretos X. Esperada desde hace mucho tiempo, la película reúne a las estrellas de la serie, David Duchovny y Gillian Anderson, bajo la dirección del creador de la serie Chris Carter, quien coescribió el guión con Frank Spotnitz.
En la mejor de las tradiciones de Los Expedientes Secretos X, la historia de la película está guardada bajo llave, y sólo la conocen los principales ejecutivos del estudio y los actores y realizadores principales del proyecto. Sólo esto puede ser revelado: El thriller sobrenatural es una historia autónoma en la misma tradición de algunos de los episodios más aclamados y queridos del programa, y lleva la siempre complicada relación entre Fox Mulder (Duchovny) y Dana Scully (Anderson) hacia direcciones inesperadas. Mulder continúa su inquebrantable búsqueda de la verdad, y Scully, la apasionada y ferozmente inteligente doctora, sigue inextricablemente vinculada a las investigaciones de Mulder.
Meses después de finalizado el rodaje, Carter se mantuvo tan prudente acerca de la historia como lo fue durante su desarrollo y producción. “Un caso provoca que Mulder y Scully se vuelvan a sentir atraídos de nueva cuenta al mundo de Los Expedientes Secretos X”, es todo lo que puede decir acerca de la trama.
Quizás más pistas…de algo…puedan ser encontradas en el título del filme. “I Want to Believe” (Quiero Creer) es una frase familiar para los aficionados de la serie; es el eslogan de un póster que Mulder tiene colgado en su oficina del FBI. “Es un título natural”, comenta Chris Carter. “Es una historia que aborda las dificultades de mediar la fe con la ciencia. En realidad, sugiere la batalla que libra Mulder con su fe”.
Carter es mucho más revelador cuando se trata de los objetivos de la película. “Por ponerlo simplemente, queremos aterrar a todo el público que vaya a verla”, comenta. Si bien la escala y esfera de acción inherentes al medio cinematográfico le permitieron a los realizadores llevar la historia y los personajes a lugares donde el programa no podía ir, Carter comenta que THE X-FILES: I WANT TO BELIEVE también marca el regreso a las raíces de la serie, cuando era el único programa en televisión para los aficionados a thrillers, historias sobrenaturales e historias de terror. “La película abarca las mejores cosas que la gente quería del programa. Es aterradora, siniestra y tiene un misterio muy bueno. En Los Expedientes Secretos X con frecuencia asustábamos a la gente por lo que no mostrábamos, y utilizamos ese artificio en la película”.
El escritor y productor Frank Spotnitz: “Creo que la mejor parte de Los Expedientes Secretos X fue que cualquier cosa te podía provocar miedo. No se dedicaba a contar las típicas historias de terror, ni tampoco se adhería a las convenciones populares del género. Y esta película sigue esa misma línea de mostrar cosas que no verías en la gran mayoría de las películas de terror”.
A diferencia de la primera película de Los Expedientes Secretos X, estrenada en 1998, la historia de Carter y Spotnitz para THE X-FILES: I WANT TO BELIEVE no requiere que el público entienda la compleja mitología de la serie que se extendió a lo largo de sus nueve temporadas al aire. “La primera película fue como un episodio épico del programa, pero THE X-FILES: I WANT TO BELIEVE es una película autónoma y real”, explica Carter. “Si el programa no hubiera existido, esta es una historia que de cualquier modo hubiera encontrado su camino hasta llegar a la pantalla grande”.
Después de diez largos años desde la primera película —y seis años desde que terminó la serie—, Carter y Spotnitz sintieron que el tiempo era el adecuado para una nueva película de Los Expedientes Secretos X. No solamente para brindarle a las legiones de aficionados del programa un nuevo caso de Mulder y Scully, sino para presentarle estos personajes, sumamente queridos por millones, a una nueva generación. “Me ha llamado mucho la atención que en estos últimos años, después de haber platicado con muchachos universitarios, muchos de ellos en realidad no conocen el programa”, comenta Carter. “Un joven que hoy tiene veinte años debió de haber sido demasiado chico cuando el programa debutó [hace 16 años]. Así que hay un público totalmente nuevo para Los Expedientes Secretos X. Esta película fue hecha para satisfacer tanto a esta nueva audiencia como a nuestros antiguos aficionados”.
“Escribir y realizar este película fue mucho más que un paseo nostálgico”, añade Frank Spotnitz. “Chris y yo analizamos prolongada, cuidadosa y emotivamente a Mulder y Scully. En dónde estarían en este punto de sus vidas. Platicábamos horas y horas acerca de la historia y lo que ésta significaba para nosotros”.
Los dos realizadores decidieron que la historia, y la importante dinámica entre Mulder y Scully, se debería de llevar a cabo en lo que llaman “tiempo real” —han pasado seis años desde que los vimos en el último capítulo de la serie, y la película tenía que reflejar ese progreso. “Son seis años más viejos y seis años más sabios, y su relación ha evolucionado bastante”, comenta Carter. “Mulder y Scully han pasado por mucho [en ese periodo], así que hay bastantes elementos en la película que abordan el estado de su relación —y el futuro de la misma”.