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Max Payne

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ESTRENO: 27 DE NOVIEMBRE

CALIFICACIÓN: MAYORES DE 14 AÑOS

DURACIÓN: 100 MINUTOS

INTERNET: www.maxpayne-lapelicula.com

Max Payne es un policía rebelde —un antihéroe mítico— determinado a cazar a aquellos responsables del asesinato de su familia y socio. Empeñado en vengarse, su obsesiva investigación lo lleva a un espeluznante viaje en un mundo criminal siniestro. Conforme el misterio se intensifica, Max se ve obligado a luchar contra enemigos sobrenaturales y enfrentar una traición inimaginable.

El actor nominado al Oscar® Mark Wahlberg interpreta a Max Payne, un hombre al que no le importan las reglas —y que no tiene nada que perder—, mientras investiga una serie de misteriosos asesinatos que pudieran estar vinculados con la muerte de su esposa e hijo. Pero existen fuerzas inmensas, tanto reales como míticas, que están conspirando para mantener la devastadora verdad oculta —y silenciar a Max para siempre.

Al lado de Wahlberg en MAX PAYNE se encuentran Mila Kunis como Mona Sax, una bella gánster y asesina rusa; Olga Kurylenko (quien actúa en la venidera película de James Bond Quantum of Solace) como Natasha, hermana de Mona, quien siempre está en búsqueda de emociones; Chris “Ludacris” Bridges como el Detective de Asuntos Internos Jim Bravura; y Beau Bridges como B.B., mentor de Max.

Max Payne

MAX PAYNE es dirigida por John Moore (The Omen, Behind Enemy Lines) a partir de un guión de Beau Thorne, quien recientemente se graduó del programa de cine de la Universidad de Texas. La película es producida por Julie Yorn (Bride Wars), Scott Faye y John Moore.

“Esta película no es ‘Mínimo Payne’. Y no es ‘Medio Payne’. Es Max Payne”, dice el director John Moore a resumidas cuentas cuando habla de su nueva película. Moore la concibió como un thriller de acción neo noir que se extiende hasta el límite de lo real y lo irreal. Y Moore, un talentoso estilista visual, debería saberlo. Su uso de cámara subjetiva en la película —situándonos directamente en el mundo de Max y en su cabeza, así como el empleo de modernas cámaras de cámara lenta— arroja al público, junto con Max, hacia un viaje lleno de acción, emociones, misterio e imágenes desconcertantes, teñidas de elementos sobrenaturales.

Ahora bien, mucho antes de que Moore comenzara a llevar las cosas al “máximo”, el videojuego “Max Payne” tuvo su debut mundial en el 2001; una secuela del juego, “Max Payne 2: The Fall of Max Payne”, le siguió en el 2003. La crítica y los aficionaos elogiaron la estilizada coreografía y naturaleza cinematográfica del juego; las escenas sombrías e innovadoras y las balaceras en cámara lenta eran representadas como en una novela gráfica, con influencias del cine negro. Pocos juegos hacen una buena transición a la pantalla grande, pero desde su concepción parecía como si la historia del indomable policía en búsqueda de venganza estaba destinada a ser trasladada al cine.

La productora Julie Yorn comenta: “El videojuego de ‘Max Payne’ fue desarrollado por gente muy apasionada al cine. Desde el estilo de fotografía, tomado del cine negro, hasta sus personajes y diálogos, el juego tuvo grandes influencias cinematográficas y el material trascendía la típica experiencia del videojuego”.

Sin embargo, los realizadores se enfrentaron a retos intimidantes al llevar a MAX PAYNE a la pantalla grande. “Cuando hay en el juego una historia y antecedentes tan claros, piensas que durante el proceso de adaptación no va a haber complicación alguna”, comenta Yorn. “Pero cuando comienza, te percatas de que tienes que encontrar una manera de hacer la película distinta al juego, siempre respetando su singular estilo y espíritu”.

Los realizadores y el estudio consideraron cientos de planteamientos para la historia, hasta que al guionista primerizo Beau Thorne se le ocurrió una manera de abordar el material que satisfizo a todos. “Beau encontró la manera de aportarle mucha textura a la historia”, explica Yorn. “No solamente capturó el dilema emocional del personaje principal, sino que también fue capaz de crear un mundo de ilusiones y sombras —una virtud sobrenatural que nunca antes había formado parte del videojuego”.

Max Payne

Los elementos fantasmales que Thorne agregó incluyen un demonio alado que amenaza a Max y despacha a otros a un destino inimaginable. Extraído de la mitología Norse, el demonio Valkyrie —sonriendo, con labios retraídos sobre colmillos enroscados y ojos de rojo intenso— representa una pista decisiva en la búsqueda de Max por aquellos que destruyeron su familia. A lo largo de la historia, el demonio —o partes de él—permean la acción; escuchamos el ruido ensordecedor de enormes alas revoloteando y podemos echar un emocionante vistazo a un par de alas casi perdidas entre las sombras. El demonio alado es una imagen icónica, y los realizadores crearon otras imágenes clave ligadas al Valkyrie. A lo largo de la película, se puede ver grafiti con una “V” perforada con una jeringa, así como alas tatuadas que portan algunos de los personajes principales.

Thorne, que utilizó los materiales del juego como punto de partida —incluyendo la cinemática (cut scenes) y el guión—, se dio a la tarea de sentar las bases para la película. “El juego es visualmente muy cinematográfico pero también te toma entre ocho y diez horas completarlo, así que había muchísimo material e información para una película”, explica Thorne. “Intenté aprender todo lo posible referente al juego y después me puse a ver las maneras de simplificarlo y reestructurarlo. El reto fue dilucidar la manera de mantenerse fiel al material original, pero al mismo tiempo hacer que progresara y que funcionara como un thriller intenso”.

Con Thorne trabajando en el guión, el estudio abordó al director John Moore, conocido por su distintivo estilo visual en sus tres filmes previos, para que dirigiera el proyecto. Moore trabajó estrechamente con Thorne y los productores para darle forma al guión.

Max Payne

Moore compara el proceso de adaptar el videojuego al cine como arrancarle el control al jugador y pedirle a él o ella que se haga a un lado y deje a los realizadores tomarlo a partir de ahí. El uso de una cámara subjetiva es un elemento importante en la creación de una experiencia memorable al momento de ir al cine. “Le tienes que dar a las audiencias cinematográficas algo emocionante y frenético; y pensamos que la manera de hacer eso fue utilizando una cámara subjetiva —básicamente haciéndola pedazos— y hacerte sentir como si tú fueras Max Payne”, comenta Moore.

Para darle todavía mayor intensidad y estilización a la acción, Moore empleó una sistema de filmación de cámara lenta llamado Phantom, que permite una propuesta original en el popular proceso de cámara lenta extrema, conocido como bullet-time. “Es básicamente un disco duro digital que puede generar hasta mil cuadros por segundo”, explica Moore. “Mi intención no era imitar el sorprendente trabajo en cámara lenta con bullet-time de John Woo, o el de los hermanos Wachowski en The Matrix, así que desarrollamos nuestra técnica con este nuevo sistema. Creo que obtuvimos unos resultados muy emocionantes, que tendrás oportunidad de ver en la película”.

Las imágenes estilizadas y en algunas ocasiones inquietantes le aportan una calidad operística al filme, que resalta la mezcla de historia de venganza, desconcertantes elementos sobrenaturales y un misterio que subvierte las expectativas del espectador. Al mismo tiempo, Moore insistió en que la película tuviera una base emocional realista, mucha de la cual es expresada a través de la búsqueda de Max Payne por encontrar al asesino de su esposa e hijo. Él y su viaje están definidos por este evento traumático.

Para lograrlo, el actor que iría a interpretar a Max tendría que transmitir la rudeza del personaje, pero, al mismo tiempo, ser accesible a las audiencias a un nivel emocional. El papel fue un rol natural para Mark Wahlberg. “Mark llegó al proyecto con un compromiso tremendo para con su personaje”, comenta Yorn. “Es un actor intenso con gran presencia, pero también es un padre que quiere a su familia, y fue capaz de sacarle provecho a la angustia del personaje”.

“Este es uno de esos papeles en los que no te puedes imaginar a nadie más haciéndolo”, añade Moore con respecto al trabajo de Wahlberg en la película. “Mark está sumamente en sincronía con el tipo —la manera en como Max se mueve, la manera en como observa—, la ejecución que hace de él en el filme es absolutamente impecable”.

Max Payne

Wahlberg, quien llegó a MAX PAYNE después de haber interpretado papeles dramáticos en The Happening y The Lovely Bones, disfrutó la oportunidad de regresar a sus raíces de acción. “John Moore realmente me dejó llevar más allá la acción y las emociones”, comenta Wahlberg. “John…realmente rebasa los límites”.

“Me encanta interpretar papeles de acción, así que fue agradable regresar a una gran película de este género —donde se me permite deshacer a golpes a un tipo en un cuarto”, añade riendo. “MAX PAYNE me dio la oportunidad de trabajar en algunas escenas de acción intensas, a grado tal que supera lo que hice en The Departed, Four Brothers y Fear. En cuanto a acción se refiere, Max es esos personajes multiplicados por diez”.

Wahlberg, quien adoptó los irrestrictos atributos físicos del personaje, también tenía la intención de aportarle matices emotivos sustanciales. “Max es uno de los papeles más complejos que he interpretado en mi vida”, comenta el actor. “Es un personaje adulto, sofisticado y complejo. Todo lo que hace es a consecuencia de la emoción. Nos enteramos que Max, ahora un hombre acabado, tuvo alguna vez una gran vida. Tenía una bella esposa e hijo, que se los arrebataron. Y ya sin ellos, en realidad no tiene muchas esperanzas fincadas en él o en el mundo —se doblega ante la esperanza y la humanidad.

“Existe la manera fácil de interpretar este personaje, que sería en una sola nota: un hombre bravucón dispuesto a cumplir una misión”, continúa Wahlberg. “Pero la gente quedará sorprendida cuando vea cuántos matices tiene en realidad. Max se deja llevar por la emoción, y creo que el público va a entender la razón por la cual está tan comprometido”.

Mila Kunis interpreta a Mona Sax, una bella gánster rusa que hace mancuerna con Max Payne para vengar la muerte de su hermana. El papel requería de una actriz que tuviera la habilidad de ser ruda —de ser capaz de mantenerse a la par con Max Payne, y que, al hacerlo, fuera creíble. El haberle dado el papel a Kunis fue algo inesperado porque es mejor conocida por sus papeles cómicos en la popular serie That ‘70s Show y la exitosa película Forgetting Sarah Marshall.

“Mila simplemente nos dejó boquiabiertos”, comenta Moore. “No era una opción obvia, pero porta a Mona muy bien. Ella y Mark tienen una química maravillosa; son un gran equipo de rudos en la película, que era esencial que así fuera. Necesitábamos a alguien que no solamente fuera un petimetre o compinche de Max; necesitábamos a alguien que fuera ese personaje y que hiciera sentir su propia agenda. Creo que Mila se voló la barda”.

Max Payne

Para Kunis, el papel representaba la oportunidad de explorar nuevo territorio como actriz. “Siempre había querido estar en una película de acción; hay una parte en mí que le encanta tirar golpes”, dice riéndose. “Mona es feroz y agresiva y no está dispuesta a ser segundona de nadie. Yo diría que ella y Max están al mismo nivel”.

Para ayudar a transmitir las formidables habilidades físicas y con las armas de Mona, Kunis pasó por un programa intensivo de entrenamiento. Al final de éste, Kunis hizo parecer que el combate marcial y el manejo de armas era algo que había estado haciendo toda su vida. “Es increíble”, dice Kunis. “Nunca antes había disparado un arma y heme aquí interpretando a una asesina. Pero déjame decirte algo, ¡ahora soy una maravillosa tiradora! La parte física del filme ha sido definitivamente divertida. Hice un poco de boxeo y un poco de trabajo con artes marciales”.

Un aspecto del personaje para el que Kunis no tuvo que hacer entrenamiento fue hablar ruso. Kunis, oriunda de ese país, exhibe sus habilidades lingüísticas en una escena clave, donde regaña a su problemática hermana Natasha, interpretada por Olga Kurylenko, otra emigrante rusa en la vida real. Kurylenko —quien protagoniza junto con Daniel Craig la venidera película de James Bond Quantum of Solace— y Kunis crecieron en pueblos circunvecinos, pero nunca antes se habían conocido hasta que se reportaron al set de MAX PAYNE.