Para todo noño que se precie de tal, Neil Gaiman no necesita presentación alguna y no me detendré aquà en repasar sus errores y aciertos, siendo, afortunadamente éstos últimos, más numerosos que los primeros. Henry Selick es otro personaje también conocido. Él es quien ha dado vida animada a los personajes de la novela corta Coraline, de Neil Gaiman, publicada en el 2002 con ilustraciones de su compinche Dave McKean y editada en español por editorial Salamandra en el 2003. Selick, es un autor que ha debido vivir con el tremendo peso de un film como “El extraño mundo de Jackâ€, cuya autoria le fue eclipsada por el tremendo nombre de su productor, Tim Burton. A tal punto ha llegado que para muchos chilenos el film sigue siendo de Burton y no de Selick. Cuánto del uno y del otro hay en el film, es algo que sólo ellos podrÃan dilucidar.
Pero ahora es el turno del reputado animador Henry Selick zanjar parte de ese dilema en este nuevo film en que también recurre al bello stop motion, técnica de animación en la que él mismo se ha vuelto todo un referente. El guión es una buena adaptación del relato de Gaiman, y contiene todos los recursos que hicieron del guionista inglés un maestro de la revisitación del cuento infantil clásico y que tantas buenas divisas le trajeran en Sandman y en Stardust. Las historietas de Gaiman tienen un sabor a cuento decimonónico sumado a ese toque de perversión que ha atraÃdo a tantos lectores. En Coraline toma de prestado de Carroll, de Gorey, de los hermanos Grimm y del cuento de terror clásico, pues la trama, como toda buena historia infantil tiene ribetes de horror y en clara obediencia al género, avanza sumando pequeños elementos que van construyendo el suspense. AsÃ, Coraline recibe advertencias de ratones acróbatas y de un gato que habla y desaparece, pero que no sonrÃe tanto como el de Cheshire. Todos ellos la previenen de lo que sucederá si ella no presta atención. Las pistas se suceden una tras otra. Una inquietante muñeca con ojos de botones marca el inicio de la historia que llevará a la joven y desadaptada Coraline a entrar en un mundo paralelo, demasiado perfecto para ser posible, tan utópico como el mago de Oz.
Selick juega con el deseo infantil de deshacerse de los padres, torpes, incomprensivos, ajenos y lejanos. Sueño adolescente por excelencia que también nos recuerda un elemento recurrente en el cine de Tim Burton, pero visto esta vez a través de la pluma de Gaiman.  La joven Coraline inicia una serie de visitas a un mundo paralelo, exactamente igual al suyo (Una vez más Alicia y el inquietante espejo) y ese universo ideal en que busca refugiarse mientras escapa de su realidad, oculta un horror que comienza a invadir su vida hasta pretender desbaratarla por completo. Inevitablemente Coraline es un poco Alicia revisitada en clave “jovencita del siglo XXI†y ttambién es muy semejante a Helena, la joven protagonista de Mirrormask, el film de Mckean- Gaiman  del 2005, otra adolescente que vive una historia iniciática en un mundo imposible, gobernado también por una bruja despiadada y brutal. Y como en toda historia de Gaiman aquà también abundan los niños muertos asesinados por brujas repulsivas y despiadadas que merecen la muerte, tal y como Dorothy lo intuye cuando su casa cae sobre la malvada arpÃa, matándola en su espectacular arribo a Oz.
Los mundos infantiles son a menudo tan despiadados como los de los adultos y Coraline no es la excepción. El terrorÃfico relato nos sumerge en la angustiosa lucha de la pequeña por recuperar lo que ha perdido y para ello debe volver al pasillo que comunica ambos mundos, un pasaje que ya no tiene la luminosidad del camino amarillo, si no más bien la oscuridad de un pasaje gótico, una boca que devora, un pasaje vaginal que nos devuelve a un mundo de placeres pretéritos, de un mundo cálido y mullido que ya es imposible de recuperar.
Coraline es un film con una estética oscura que se sitúa más fuertemente en el nivel del contenido, que en el formal. No obstante, algunas de las metáforas del film calan hondo en la psique como la idea de la madre araña, posesiva, destructora y devoradora, digna del más concienzudo análisis freudiano o la inquietante imagen de unos ojos que miran vacÃos, un abismo que ya ni siquiera se preocupa en devolvernos la mirada.
La música de Bruno Coulais merece atención. Es discreta pero funciona a la perfección y crea la atmósfera necesaria para ingresar en los mundos propuestos con delicadeza y efectividad.
Coraline es un film más que interesante que revitaliza el género y posiciona a Selick como un exponente de un cine de animación que se huele influenciado por los grandes maestros europeos como  Jan Švankmajer. Un cine disfrutable por un amplio público por el simple hecho de apartarse del esquema, a menudo tan cursi de los films para niños.
Y recuerden esto: Gaiman ya habÃa escrito de magia y horror infantil antes de Harry Potter.
Guión y dirección: Henry SelickÂ
Reparto: Dakota Fanning, Teri Hatcher, Dawn French, Jennifer Saunders, Ian McShane.
PRE-ESTRENO 3D 5 de Febrero
Estreno 12 de Febrero
Brillante reseña, muchisimas gracias.
PS:before Harry Potter=Tim Hunter!
Gracias Dellius por tu comentario al comentario.
Carlos Reyes G.
Una exelente pelicula la recomiendo para toda la familia.
No me llamó la atención desde que vi que era como un estilo tipo primo lejano de tim burton
está bin…trabajaron juntos pero porque la pelicula teiene que tener tantas cosas que son caracterÃsticas de Burton??
la pelicula esta rara como que esta algo lok por que le quito su alma me decilosiono por que suena como diabolica me encanta que decilucion tan linda pero no lo puedo creer lo que me contaron algunos