Por Carlos Reyes G.
A nadie debiera asombrarle que “Slumdog Millionaireâ€, dirigida por Danny Boyle y Loveleen Tandan, ganase el Oscar, porque es un film clonado para ganar premios. Lo tiene todo para gustar. Empieza haciéndonos la primera zancadilla cuando exhibe las peripecias, el sufrimiento y la pobreza de los niños en la India. La segunda zancadilla nos sorprende cuando arremete con una mezcla justa entre melodrama y una visión polÃticamente correcta que siempre vende tan bien en Hollywood. Sigue luego con la historia que cuenta la evolución de sus personajes protagónicos y de las distintas opciones de vida que asume cada uno de ellos. En ese sentido sigue el ejemplo de films notables como “Ceraviamo tanto Amati†(1974) de Ettore Scola o “Four friends†(1981) de Arthur Penn. Boyle incluso se da el tiempo de incorporar una consabida redención para cerrar el cÃrculo de su historia moral en que cada cual recibe únicamente lo que merece.
Narrativamente utiliza un recurso semejante al de “Citizen Kaneâ€. Una serie de preguntas realizadas durante el famoso programa de “¿Quién quiere ser millonario?â€, sirven como marco para contarle al espectador, en orden cronológico, la compleja vida de sus tres personajes principales.
Debo reconocer que me gusta Danny Boyle, que algunos de sus films han sentado precedentes como “28 dÃas despuésâ€, pero lo que me asombra de “Slumdog Millionaire†es que pudiendo no serlo, es un film correcto, sin virulencia, acomodaticio (¿Problemas de la codirección?) Resulta inevitable no extrañar la visión pesimista de “Trainspottingâ€, esa mezcla justa entre ironÃa y nihilismo que catapultó a Boyle y a sus actores a un estrellato más allá de sus fronteras. Los directores cambian, es cierto, pero Boyle parece hoy dÃa un director domesticado por el éxito.
La factura del film es, como siempre, impecable y atrapa en un juego de emociones de una eficacia tremenda que empieza con una crudeza digna del realismo de Charles Dickens y culmina en el cliché de cuento de hadas predecible. Pero ojo, quizás esa mixtura, esa rara combinación casi imposible y absurda, pueda ser leÃda irónicamente (Vean los graciosos créditos finales que quizás buscan acentuar aquello) Si es asÃ, ese detalle, ese pequeño rizo final, sea tal vez su verdadero acierto después de todo. Porque seamos sinceros… ¿Quien de nosotros no querrÃa ser millonario?
Director: Danny Boyle / Loveleen Tandan
Elenco: Deiv Patel, Frida Pinto